El futuro de la investigación del Alzheimer, en 7 claves
julio 5, 2022

Todavía estamos muy lejos de encontrar la cura del Alzheimer. Los científicos que se dedican a investigar la enfermedad son optimistas y ven en cada avance un paso menos para llegar. Pero los mismos científicos aseguran que queda mucho camino por recorrer.

No es fácil. Se hace mucha investigación, pero no la suficiente. Todavía hay que seguir investigando más y más. Pero ¿hacia dónde debe ir el futuro de la investigación para la cura y el tratamiento del Alzheimer?

En este reportaje, hablamos con expertos en la investigación de esta enfermedad en España para descifrar el futuro de la investigación del Alzheimer, basada en 7 claves:

 

1.- LAS NUEVAS HIPÓTESIS. Más allá del amiloide

Hasta ahora, los esfuerzos de la comunidad científica se han centrado en el amiloide, esas placas pegajosas que hay entre neuronas e impiden que se transmitan información. Se desconoce si el amiloide causa el Alzheimer o es una consecuencia de tener Alzheimer. Lo que sí está claro es que este amiloide se encuentra en exceso cuando tenemos la enfermedad.

Y es ahí donde se han concentrado los esfuerzos de la investigación, en la hipótesis de intentar quitar o que no aparezca el amiloide. Pero ahora, gran parte de los científicos cree que se debe poner el foco en otros factores. Eso sí, sin dejar de lado el amiloide, porque está claro que es uno de los factores más destacables.

Agustín Ruiz, director de investigación de la Fundación ACE Alzheimer Center de Barcelona, explica que “los científicos hicieron una asociación muy rápida y pensaron que si se producía más amiloide, al quitarlo, se curaría la enfermedad. Pero no se pararon a pensar que, a lo mejor, el mecanismo era un poco más complejo. Yo no lo plantearía como amiloide sí o amiloide no. El tratamiento contra el amiloide tendrá un efecto relativamente pequeño por sí solo y probablemente tendremos que buscar combinaciones, porque hay muchos más factores genéticos que también interactúan. Es solo una pieza del puzle. Hay que tenerlo controlado también, pero hay que ir más allá porque hay muchos más factores que investigar.”

Por su parte, Pascual Sánchez-Juan, director científico de la Fundación CIEN, asegura que “hay muchos más factores, pero el amiloide está claro que probablemente vaya a ser uno. Es un factor importante, entonces, probablemente sea un punto de inicio. Si sabemos que mejorar esto, bajar el amiloide, funciona, puede ser el punto de partida sobre el cual ir acoplando otros tratamientos.”

2.- LA GENÉTICA: Buscando en el ADN

El futuro de la investigación del Alzheimer también pasa por la genética, ya que es fundamental para comprender la enfermedad. Hay un 1% de casos que están motivados claramente por herencia familiar, pero el 99% de casos restantes, llamados casos espontáneos, también tienen un componente genético de alguna manera, aunque es mucho más complejo y todavía no se sabe cómo interactúan.

El director de la Fundación Pasqual Maragall, Arcadi Navarro, es uno de los científicos que se suma a la genética como línea de investigación para el futuro: “En el futuro de la investigación, la genética es fundamental. No es la única línea de investigación posible, debe haber muchas otras líneas fisiológicas, moleculares, ambientales, de salud mental, de bienestar emocional…, pero todas estas líneas de investigación deben combinarse con una línea de investigación genética; porque todos estos factores que he mencionado interaccionan también con la genética. Por tanto, la genética es una pieza clave que en el futuro nos ayudará, que ya nos está ayudando, a comprender la enfermedad.”

3.- LA PREVENCIÓN. Anticiparse para evitar

Conocer bien el ADN y cada uno de sus genes, para localizar el origen del Alzheimer, es clave para la prevención de la enfermedad. De hecho, la prevención es otro concepto por el cual pasa el futuro de la investigación, según los expertos. La idea es llegar a entenderlo tan bien que nos podamos anticipar.

Nos lo explica muy bien el director científico de la Fundación CIEN, Pascual Sánchez-Juan: “El futuro está en la prevención. Tenemos que ser capaces de diagnosticar la enfermedad a la gente que tiene riesgo de desarrollar la demencia, para actuar antes desde un punto de vista muy amplio, sabiendo qué rutas metabólicas, qué genes, están en riesgo para poder, de alguna forma, customizar esa intervención. Obviamente, con un problema como la demencia es muy complejo centrarse solo en el tratamiento. Hay que empezar mucho antes, con la prevención.”

La Fundación Pasqual Maragall es una de las instituciones que más investigaciones tiene en marcha con la prevención como principal objetivo. Su director, Arcadi Navarro, nos cuenta que “hay que conseguir que la prevención, la detección precoz, sea el foco de las investigaciones, porque cuando la neurodegeneración ya es detectable clínicamente, el cerebro está tan deteriorado que, aunque consigamos parar en ese momento la enfermedad, el deterioro es muy difícil de recuperar.”

4.- LA MEDICINA DE PRECISIÓN. Todos somos únicos

La prevención facilitará que, en el futuro, no se diagnostique Alzheimer, ya que se ha hecho un buen trabajo de prevención, adecuado y personalizado según la genética de cada uno. Y ahí está el siguiente paso en el futuro de la investigación del Alzheimer: la medicina de precisión.

Agustín Ruiz, de Fundación ACE, lo explica muy claro: “La medicina de precisión es darle a cada uno lo que necesita. No consiste en tomar un fármaco para el Alzheimer, sino un fármaco para mi Alzheimer, porque tengo una composición prácticamente exclusiva de factores genéticos y no genéticos. Así pues, yo necesito un tratamiento concreto. Incluso, necesito tratamientos para no tener que esperar a que aparezcan los síntomas de la enfermedad, ya que mi predisposición, una vez analizada, dice qué debo tomar o dejar de tomar y qué hábitos implementar para frenar el proceso de la enfermedad antes de que aparezca, porque conozco tu composición y cuáles son tus problemas metabólicos y lo voy a corregir antes.”

Mesa redonda «El futuro de la investigación» de la XII Conferencia Bienal Barcelona-Pittsburgh

5.- LOS NUEVOS BIOMARCADORES. Detectar para diagnosticar

Según Pascual Sánchez-Juan, de la Fundación CIEN, “es importante encontrar biomarcadores que nos reflejen lo que está pasando en el cerebro. Los biomarcadores que tenemos ahora son muy primitivos, sobre todo los enfocados al Alzheimer, al amiloide, a la proteína tau…, pero se nos escapan probablemente otros ejes que están influyendo en la clínica, otro tipo de patología neurodegenerativa y no neurodegenerativa. Para eso necesitamos desarrollar nuevos marcadores que nos ayuden al diagnóstico precoz y preciso de estos pacientes.”

A lo que Mercè Boada, directora médica y fundadora de Ace Alzheimer Center Barcelona, añade que “hace falta invertir en investigación para el desarrollo de biomarcadores digitales, biomarcadores en plasma, en líquido, etc.”

6.- LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL. El poder de las máquinas

Agustín Ruiz nos confirma que “la inteligencia artificial la vamos a necesitar, sobre todo si son muchos los factores.” Y aclara que será útil para el Alzheimer si, por ejemplo, “son 7.000 alelos que además interaccionan con 6.000 o 7.000 factores tóxicos que están en la polución y 3.000 otros factores que están relacionado con la actividad social de la persona. Para combinar todo eso no se puede coger un papel y lápiz y hacer la combinación como una simple suma de factores. Hay que combinarlo con herramientas matemáticas muy potentes y ordenadores muy potentes para encontrar las combinaciones correctas y desactivarlas. A lo mejor, un gen solo, sin una exposición no funciona, sin el tabaco, por ejemplo. O, quizá, un factor de riesgo como la obesidad o la hipertensión van juntos. Todavía no conocemos esas relaciones. La inteligencia artificial nos va a permitir poner cada pieza del puzle en su sitio.”

7.- LA FINANCIACIÓN. Invertir más para investigar más.

La comunidad científica advierte que, si no se invierte en investigación, no avanzaremos. Mercè Boada reclama más financiación para investigación y lo justifica comparando la inversión en la investigación en Alzheimer con la inversión en oncología que hace el Reino Unido y Estados Unidos: «Hemos perdido la liga, porque, en el Reino Unido, la inversión en oncología y en Alzheimer es 13 a 1. Por lo tanto, hemos perdido. Y, en Estados Unidos, es 10 a 1. Mientras yo esté en una liga en la cual la inversión en oncología marque una goleada de 10 o de 13, el Alzheimer estará en tercera regional.»

Vemos que el futuro de la investigación de Alzheimer tiene muchos frentes abiertos todavía, ya que aún falta mucho por descubrir para entender bien esta enfermedad. Lo único que podemos ver como positivo es que parece que la comunidad científica va a una en la búsqueda de la cura, tratamiento o, mejor dicho, de evitar que el Alzheimer siga deteriorando cerebros.