
Las personas con enfermedad de Alzheimer suelen tener problemas que repercuten en la conducción. Por eso, muchas veces, ellos mismos se limitan a moverse solo por zonas muy conocidas, conducen más lento… Aunque en gran parte de las ocasiones, los pacientes no son conscientes de ello y son los familiares quienes lo notan.
Esto supone un tema de debate muy habitual en casa, en las familias, que llega a generar discusiones, porque el paciente puede resistirse a dejar de conducir por perder la independencia, pero su seguridad y la de los demás es lo más importante.
Por eso, en este artículo te damos algunos consejos o trucos para conseguir que tu familiar con Alzheimer deje de conducir.
Sabemos que no es fácil conseguirlo, pero esperamos que estos consejos te sean útiles o, al menos, inspiradores.
- Empezar a hablar del tema cuanto antes, para que se vaya haciendo a la idea y sea un tema que se vaya recordando, no hasta agotar, pero sí de manera continua. Tratar el tema con delicadeza y comprensión, pero abordar el tema.
- Advertir del riesgo de seguridad, para él mismo y para el resto de los usuarios de la vía. Se puede poner énfasis en el riesgo para nuestra propia familia: hijos, nietos, etc.
- Mostrarle que la familia siente preocupación y que se le pide como un favor. Sin hacerle sentir culpable, porque hay que comprender su postura de pérdida de independencia y de responsabilidades.
- Buscar quién podría llevarle. Plantear, de forma conjunta con nuestro familiar, para hacerle participe, quién o quiénes de la familia o vecinos pueden estar disponibles para que la persona afectada de Alzheimer sepa que puede contar con alguien para llevarle allí donde tenga que ir.
- Buscar alternativas de transporte público. También de forma conjunta, involucrando a nuestro familiar, pensar qué transportes públicos (tren, autobús, etc.) podrían substituir el coche y buscar juntos los horarios, las paradas o estaciones más adecuadas a los sitios que hay que ir, etc. Esto le dará cierta autonomía.
- Decirle que compartís el trayecto con él y distraerle para acabar el viaje sin cambiar de conductor. Es aquello de “Empiezo yo y luego cambiamos”, pero no cambiar.
- Reforzar los beneficios de no conducir: menos estrés, no tener que buscar aparcamiento, ahorrar gastos…
- Encontrar la manera de reducir la dependencia del coche. Es decir, buscar no cogerlo tanto: comprar en comercios cercanos para ir caminando, pedir la compra a domicilio, que sea la familia quien venga a visitarnos…
- Pedir ayuda a terceras personas para que le insistan en que deje de conducir. El médico, el del taller, el de la agencia de seguros, un abogado o cualquier persona de confianza externa a la familia seguramente le dará más credibilidad y autoridad para hacerle caso.
- Advertir de que el seguro podría no cubrir los gastos por los daños causados si pasa algo y decirle que no compensa arriesgarse.
- Decirle que una nueva ley no permite conducir a los mayores de la edad que tenga tu familiar. Probablemente esta opción sea más creíble para personas de una edad más avanzada.
- Esconder las llaves o limitar el acceso a las llaves.
- Decir que el coche está averiado, incluso, pedirle a alguien que sepa que le quite la batería o cualquier otro elemento que impida de verdad que el coche arranque.
- Decir que lo necesita alguien de la familia o amigos y se lo habéis tenido que dejar. Y guardarlo en un parking o aparcarlo lejos. De esta forma, la persona afectada de Alzheimer se tomará mejor el no tener el coche, ya que es para ayudar a algún familiar.
- Decirle que hemos tenido que vender el coche, alegando necesidad de dinero.
- Decirle que nos lo han robado y cambiar el coche de ubicación o guardarlo en un parking para esconderlo.
Recomendaciones para los cuidadores de los enfermos
- Cuidado, porque también pueden ser conductores de riesgo por el cansancio, el estrés y el insomnio (por cuidar por la noche).
- El gasto físico y psíquico puede hacer menos tolerante con el entorno, y vulnerable en la toma de decisiones ante un imprevisto.
- Se les aconseja que conduzcan acompañados.
Esperamos que te hayan sido útiles estos consejos. Si se te ocurren algunos más o has utilizado alguno que no hemos recopilado en esta lista, ¡contacta con nosotros para explicárnoslo!