Los ejercicios de estimulación cognitiva ayudan a mantener las facultades de la mente. Nos referimos a todo lo relacionado con el procesamiento de información. Algunos ejemplos de estas capacidades del cerebro serían prestar atención, aprender nueva información, recordar datos que ya se saben, orientarse en el tiempo y en el espacio, saber razonar, resolver situaciones y problemas, calcular o leer.

Los expertos han comprobado que la terapia farmacológica que se está dando a los enfermos de Alzheimer tiene una utilidad limitada para retrasar la enfermedad. Por eso, el tratamiento con fármacos se complementa con otras actividades como los ejercicios de estimulación cognitiva, las relaciones sociales o el ejercicio físico.

Para potenciar el uso de estas habilidades mentales es importante mantener activo el cerebro con ejercicios de este tipo. A las personas enfermas de Alzheimer les es de gran utilidad la estimulación cognitiva, porque mantienen estas funciones en el máximo nivel posible y, al mismo tiempo, ralentizan el deterioro.

“Se recomienda hacer ejercicios o actividades para trabajar estas funciones cognitivas para que se mantengan el mayor tiempo posible en la situación en la que estén en ese momento”, explica Maria Pino, neuropsicóloga.

Hacer actividades para estimular el cerebro es fácil. Existen cientos de cuadernillos impresos o recursos descargables en internet, tanto gratuitos como de pago. E, incluso, se pueden hacer con material propio. De esta manera, será más conocido para la persona que lo hace y será más fácil que se implique y sea más activa.

“Podemos hacer estimulación cognitiva con material que tenemos en casa como, por ejemplo, una baraja de cartas o cualquier juego de sobremesa que implicarán una actividad de concentración; o quizá implicará contar las cartas, con lo que se trabajaría el cálculo; o memorizar dónde están las fichas, que correspondería a trabajar la memoria. Al final, se trata de buscar alternativas a los cuadernos, que sería la opción más seria”, añade la neuropsicóloga.

La estimulación cognitiva se debe aplicar sobre todo cuando hay un deterioro cognitivo, ya sea leve, moderado o grave. Y es importante introducirla en la rutina diaria.

Pero también es útil ejercitar la mente antes de este deterioro. Hacerlo es muy positivo para un buen envejecimiento: ayuda a prevenir y evita la progresión de un posible deterioro aún no detectado.

No dejes de ver los Neurojuegos que publicamos en Zona Alzheimer para tener ideas de ejercicios de estimulación cognitiva.